miércoles, 27 de julio de 2011

¿Que es una fractura?

 
Ocurren cuando un hueso se rompe total o parcialmente, como consecuencia de un golpe fuerte, o por un movimiento de torsión, o por contracción violenta de un músculo. Estas lesiones solamente pueden poner en riesgo la vida:
  • si van acompañadas de hemorragia arterial (por ej.: fractura del antebrazo con sección de la arteria), o
  • si comprometen el sistema nervioso, como las fracturas de la columna vertebral que producen parálisis tanto de las piernas (paraplejía) como de los brazos y las piernas (cuadriplejía), o
  • si ponen en riesgo la conservación del miembro si se obstruye la arteria, como ocurre en las fracturas de codo, especialmente en los niños.
Dibujo de fractura de tibia y peroné y ligamentos del talón

¿Cómo darnos cuenta...

...de que estamos ante una fractura?
Las señales (signos y síntomas) que hacen sospechar una fractura son:
  • DEFORMIDAD: el miembro afectado se encuentra en una posición que no es la habitual. Para confirmar la diferencia compare la extremidad lesionada con la sana.
  • DOLOR en el sitio de la lesión.
  • DISMINUCIÓN de la capacidad de MOVIMIENTO de la extremidad lesionada, debido a que el movimiento aumenta el dolor.
  • HINCHAZÓN y equimosis (MORETÓN): estos signos pueden estar presentes en todas las lesiones incluso sin que haya una fractura. Indican sangrado en el lugar de la fractura y compromiso del tejido blando debido al daño de los vasos sanguíneos.
  • FRAGMENTOS EXPUESTOS: como signo evidente de la fractura pueden verse, a través de la piel, los extremos óseos de la fractura.
  • CREPITACIÓN: es el crujido ocasionado por los extremos de los huesos rotos.
  • MOVIMIENTOS ANORMALES: movimiento del hueso donde antes no lo había.

Las fracturas pueden ser

Cerradas
En las que el hueso se rompe y la piel permanece intacta.

Dibujo de fractura cerrada de húmero
Abiertas
Cuando a través de una herida abierta el hueso fracturado sale al exterior. Este tipo de fracturas se producen cuando una extremidad se dobla de tal manera que el hueso termina perforando la piel, o cuando un objeto
golpea una extremidad y lesiona la piel, las partes blandas y el hueso. Las fracturas abiertas son las más peligrosas, porque conllevan riesgo de infección y de hemorragia.

Dibujo de fractura abierta de húmero
Múltiples
Cuando el hueso se rompe en varios fragmentos, o

Incompletas
Cuando la ruptura del hueso no es total. Estas son comunes en los niños.

¿Qué hacer...

...en caso de fracturas?
  • Avise a un familiar, pida a la persona que no mueva la extremidad y espere la llegada de la ambulancia. Si no tuviera acceso a un sistema de emergencias médicas y fuera usted el encargado de trasladar a la persona afectada, proceda como se indica al inicio de este apartado.





Las quemaduras son las culpables del trauma más serio y devastador que le puede suceder a un ser humano.
Más o menos nueve millones de personas quedan incapacitadas cada año en el mundo debido a las
quemaduras. La mayoría de ellas se producen por calor: llamas, explosiones, contacto con metales calientes o
líquidos

CÓMO ATENDER Y PREVENIR QUEMADURAS

     Un descuido puede ocasionar que niños u otros integrantes de la familia sufran un accidente con objetos muy calientes, fuego o agua hirviendo, dando lugar a quemaduras, las cuales son lesiones de diversa intensidad que llegan a amenazar la vida del paciente o a dejar huellas indelebles. Aprenda a atenderlas y prevenirlas para evitar lamentaciones.
Las quemaduras son un tipo específico de lesión en la piel provocada por calor, tanto por la acción directa de una flama como por entrar en contacto con cuerpos líquidos, sólidos o en forma de vapor a alta temperatura, aunque también suelen generarse con la corriente eléctrica, sustancias químicas y exposición prolongada al Sol.
Como es de apreciarse, estas heridas son producto de descuidos y accidentes, por lo que potencialmente todos los seres humanos pueden padecerlas, aunque hay mayor incidencia en niños debido a que tienen menos experiencia y precaución en la manipulación de planchas, sartenes, agua caliente, fósforos o encendedores.
Las quemaduras se clasifican en grados, dependiendo del daño que generan en los tejidos, y cada una requiere cuidados específicos para lograr su mejoría; por ello, es importante aprender a atenderlas, distinguirlas y reconocer su origen, ya que cuando la lesión es grave puede poner en peligro la vida de la persona y exige la acción oportuna a través de primeros auxilios.
TiposLas quemaduras pueden originarse por diversos agentes, a los cuales se agrupa en cuatro grandes grupos, a saber:
Agentes físicos. En esta categoría se encuentran planchas, estufas, carbón, leña, líquidos hirvientes (agua, aceite, sopa), vapor y flamas.
Sustancias químicas. Ácidos (clorhídrico, sulfúrico, acético), cáusticos (sosa, cal viva o potasa, utilizada en limpiadores), corrosivos (fósforo, metal sódico) y adherentes, como el alquitrán.
Corriente eléctrica. Altas descargas también pueden ocasionar lesiones en la piel.
Radiación. En esta categoría encontramos a rayos solares o los infrarrojos mal empleados en centros de belleza.
Asimismo, las quemaduras se clasifican en distintos tipos, los cuales reflejan de manera ascendente la gravedad de la lesión que han sufrido los tejidos:
  • Primer grado. Cuando se ve afectada sólo la parte superior de la piel o epidermis, por lo que se muestra enrojecida (con eritema) y genera dolor e hinchazón moderada (edema).
  • Segundo grado. Son aquellas en las que se presentan eritema y daño de los estratos de la piel más profundos (dermis), alcanzando a los pequeños capilares sanguíneos; en estos casos se generan ampollas denominadas flictenas. Hay dolor intenso e inflamación que se extiende a zonas aledañas.
  • Tercer grado. Es cuando la piel muere y luce acartonada y seca; asimismo, se encuentra expuesta la carne viva, hay ausencia de dolor (insensibilidad) y no hay ampollas, debido a la destrucción de terminaciones nerviosas y vasos sanguíneos
  • También se habla de un cuarto grado para aquellos casos en que se produce la carbonización de la parte afectada y sufren daño estructuras profundas, como tejido adiposo, músculos y huesos.
Toda quemadura de segundo grado requiere vigilancia médica, y las de tercer y cuarto grado deben ser reportadas inmediatamente como emergencia para que se inicie el manejo adecuado cuanto antes, disminuyendo así la posibilidad de perder líquidos y de sufrir daños más severos en los tejidos, dando lugar a deformidades y atrofias.
Por otra parte, cabe mencionar que existe otro parámetro utilizado para valorar la gravedad de una quemadura: su extensión. Este criterio se basa en el porcentaje de tejido lesionado con respecto a la superficie cutánea total y a la extensión de las distintas regiones corporales.
Se considera que la piel de la cabeza representa cerca del 9% del total, al igual que la de cada uno de los brazos, en tanto que una pierna o las partes posterior y anterior del tronco, cada una, poseen 18% de este tejido. Finalmente, los genitales están cubiertos sólo por el 1%.
Si la superficie afectada es inferior al 20% en el adulto y al 12% ó 15% en el niño, se dice que la quemadura es localizada; empero, cuando es más amplia se le llama extendida; los efectos de este segundo tipo no son locales, sino también generales, ya que puede haber repercusiones graves en el funcionamiento global del organismo, como deshidratación y daños en riñones por la pérdida de líquidos, que pueden tener consecuencias fatales.
Qué hacerLas quemaduras más frecuentes ocurren durante incendios, accidentes automovilísticos, juegos con fósforos, velas o pólvora, almacenamiento inapropiado de gasolina o por presencia de cortos circuitos en el sistema eléctrico; asimismo, en los niños es relativamente común que estas lesiones se presenten por accidentes en la cocina, con ollas y líquidos calientes o con la plancha.
Además, el Sol es una fuente de calor que puede generar quemaduras de primer y, a veces, de segundo grado, debido a exposiciones sin protección de bloqueadores y por tiempo prolongado, durante horas en que las emisiones son más intensas (11:00 a 15:00 horas).
Es importante que antes de iniciar los primeros auxilios pertinentes se considere la localización, extensión, profundidad y severidad de la quemadura, así como los síntomas asociados: inhalación de gases, deshidratación severa o estado de choque (presión sanguínea baja y pérdida de la conciencia) que pueden poner en peligro la vida de la persona.
Las quemaduras de primer y segundo grado cuya extensión sea menor a 5 centímetros de diámetro pueden ser manejadas en casa. Lo primero que hay que hacer es dirigirse a la llave de agua fría más cercana (más no helada, porque se puede producir mayor daño en la región afectada) y lavar por al menos cinco minutos; luego, la lesión se debe cubrir con una compresa limpia que la proteja de fricción o presión. Si es necesario, se puede calmar el dolor e hinchazón con analgésicos de venta libre.
En el caso de las quemaduras solares, que son en su mayoría de primer grado, deben aplicarse compresas de agua fría para disminuir las molestias y luego crema hidratante; si existe mucho dolor también puede ingerirse un analgésico.
En todo caso, una persona con quemaduras tomará muchos líquidos aunque no sienta sed, y al realizar la curación no se debe ejercer presión sobre la herida, pues puede incrementar el daño en los tejidos y provocar hemorragias severas. Si se presentan ampollas, éstas no deben ser reventadas, y tampoco se aconseja untar grasa, aceite comestible, pasta de dientes, hierbas, manteca, o mantequilla en las lesiones.
En el caso de quemaduras de segundo grado que comprometen la piel en más de 6 centímetros de diámetro y que ocurran en regiones especiales como manos, pies, cara, nalgas o genitales, así como en aquellas que sean de tercer grado o por electricidad, es vital acudir de inmediato al servicio de urgencias para iniciar el tratamiento más conveniente. Lo principal es asegurarse que la víctima este respirando, y si no lo hace espontáneamente debe iniciarse respiración boca a boca; en caso de que desconozca esta técnica puede consultar nuestra sección Esquemas (puede acceder a ella a través de la barra de navegación de color azul que aparece del lado izquierdo de la pantalla), donde proporcionamos una explicación gráfica y detallada.
Finalmente, cabe indicar que la víctima nunca deberá ser despojada de su ropa, a menos que sus prendas estén impregnadas de sustancias químicas dañinas; preferentemente, se deberán cortar con ayuda de tijeras para evitar lesiones más graves.
PrevenciónPor fortuna existen muchas medidas que ayudan a prevenir quemaduras en piel, y que pueden implementarse para evitar este tipo de incidentes en hogar, oficina o durante las vacaciones al disfrutar el Sol:
  • Impedir la entrada de niños en el cuarto de planchado o en la cocina cuando se preparen alimentos; en esos momentos es mejor que los infantes realicen actividades de dibujo o juego en lugares donde puedan ser supervisados.
  • Nunca dejar las ollas sobre las hornillas delanteras cuando se tenga que abandonar la cocina; lo recomendable es que sean colocadas lo más lejos del borde y con el mango hacia atrás, de manera que no estén al alcance de los niños.
  • Evitar el consumo de bebidas calientes mientras se carga a los niños, pues cualquier movimiento brusco puede hacer que el líquido caiga sobre el adulto o el infante.
  • Alejar de las áreas de paso los cables que proveen la energía a los electrodomésticos que generan calor (tostadoras, sandwicheras o planchas), evitando así tropezar con ellos y jalarlos, generando la posibilidad de un accidente.
  • Colocar tapas en los enchufes de corriente eléctrica para que los pequeños no introduzcan sus dedos y así evitar quemaduras por descargas.
  • No utilizar manteles individuales en las mesas donde están los infantes, ya que pueden jalarlos hacia ellos junto con los alimentos calientes.
  • Enseñar a los niños a no sacar los alimentos del horno de microondas, porque éstos se calientan a altas temperaturas.
  • Verificar la temperatura del agua antes de bañar a los pequeños; para hacerlo, toque el líquido con su codo o con el dorso de la muñeca; no lo haga con la palma de la mano, porque esta zona corporal no capta la temperatura con la misma eficacia.
  • De tener la posibilidad, instale alarmas para detectar humo.
  • Practicar frecuentemente con niños y familiares las rutas de evacuación ante el inicio de un incendio.
  • Indicar a los pequeños que no deben jugar con fósforos, velas, pólvora o estufas de gas y eléctricas.
  • Nunca fumar en la cama, ya que al quedarse dormido y con la colilla en la mano puede iniciarse un incendio.
  • En vacaciones, utilizar ropa
    Un descuido puede ocasionar que niños u otros integrantes de la familia sufran un accidente con objetos muy calientes, fuego o agua hirviendo, dando lugar a quemaduras, las cuales son lesiones de diversa intensidad que llegan a amenazar la vida del paciente o a dejar huellas indelebles. Aprenda a atenderlas y prevenirlas para evitar lamentaciones.
    Las quemaduras son un tipo específico de lesión en la piel provocada por calor, tanto por la acción directa de una flama como por entrar en contacto con cuerpos líquidos, sólidos o en forma de vapor a alta temperatura, aunque también suelen generarse con la corriente eléctrica, sustancias químicas y exposición prolongada al Sol.
    Como es de apreciarse, estas heridas son producto de descuidos y accidentes, por lo que potencialmente todos los seres humanos pueden padecerlas, aunque hay mayor incidencia en niños debido a que tienen menos experiencia y precaución en la manipulación de planchas, sartenes, agua caliente, fósforos o encendedores.
    Las quemaduras se clasifican en grados, dependiendo del daño que generan en los tejidos, y cada una requiere cuidados específicos para lograr su mejoría; por ello, es importante aprender a atenderlas, distinguirlas y reconocer su origen, ya que cuando la lesión es grave puede poner en peligro la vida de la persona y exige la acción oportuna a través de primeros auxilios.
    TiposLas quemaduras pueden originarse por diversos agentes, a los cuales se agrupa en cuatro grandes grupos, a saber:
    Agentes físicos. En esta categoría se encuentran planchas, estufas, carbón, leña, líquidos hirvientes (agua, aceite, sopa), vapor y flamas.
    Sustancias químicas. Ácidos (clorhídrico, sulfúrico, acético), cáusticos (sosa, cal viva o potasa, utilizada en limpiadores), corrosivos (fósforo, metal sódico) y adherentes, como el alquitrán.
    Corriente eléctrica. Altas descargas también pueden ocasionar lesiones en la piel.
    Radiación. En esta categoría encontramos a rayos solares o los infrarrojos mal empleados en centros de belleza.
    Asimismo, las quemaduras se clasifican en distintos tipos, los cuales reflejan de manera ascendente la gravedad de la lesión que han sufrido los tejidos:
    • Primer grado. Cuando se ve afectada sólo la parte superior de la piel o epidermis, por lo que se muestra enrojecida (con eritema) y genera dolor e hinchazón moderada (edema).
    • Segundo grado. Son aquellas en las que se presentan eritema y daño de los estratos de la piel más profundos (dermis), alcanzando a los pequeños capilares sanguíneos; en estos casos se generan ampollas denominadas flictenas. Hay dolor intenso e inflamación que se extiende a zonas aledañas.
    • Tercer grado. Es cuando la piel muere y luce acartonada y seca; asimismo, se encuentra expuesta la carne viva, hay ausencia de dolor (insensibilidad) y no hay ampollas, debido a la destrucción de terminaciones nerviosas y vasos sanguíneos
    • También se habla de un cuarto grado para aquellos casos en que se produce la carbonización de la parte afectada y sufren daño estructuras profundas, como tejido adiposo, músculos y huesos.
    Toda quemadura de segundo grado requiere vigilancia médica, y las de tercer y cuarto grado deben ser reportadas inmediatamente como emergencia para que se inicie el manejo adecuado cuanto antes, disminuyendo así la posibilidad de perder líquidos y de sufrir daños más severos en los tejidos, dando lugar a deformidades y atrofias.
    Por otra parte, cabe mencionar que existe otro parámetro utilizado para valorar la gravedad de una quemadura: su extensión. Este criterio se basa en el porcentaje de tejido lesionado con respecto a la superficie cutánea total y a la extensión de las distintas regiones corporales.
    Se considera que la piel de la cabeza representa cerca del 9% del total, al igual que la de cada uno de los brazos, en tanto que una pierna o las partes posterior y anterior del tronco, cada una, poseen 18% de este tejido. Finalmente, los genitales están cubiertos sólo por el 1%.
    Si la superficie afectada es inferior al 20% en el adulto y al 12% ó 15% en el niño, se dice que la quemadura es localizada; empero, cuando es más amplia se le llama extendida; los efectos de este segundo tipo no son locales, sino también generales, ya que puede haber repercusiones graves en el funcionamiento global del organismo, como deshidratación y daños en riñones por la pérdida de líquidos, que pueden tener consecuencias fatales.
    Qué hacerLas quemaduras más frecuentes ocurren durante incendios, accidentes automovilísticos, juegos con fósforos, velas o pólvora, almacenamiento inapropiado de gasolina o por presencia de cortos circuitos en el sistema eléctrico; asimismo, en los niños es relativamente común que estas lesiones se presenten por accidentes en la cocina, con ollas y líquidos calientes o con la plancha.
    Además, el Sol es una fuente de calor que puede generar quemaduras de primer y, a veces, de segundo grado, debido a exposiciones sin protección de bloqueadores y por tiempo prolongado, durante horas en que las emisiones son más intensas (11:00 a 15:00 horas).
    Es importante que antes de iniciar los primeros auxilios pertinentes se considere la localización, extensión, profundidad y severidad de la quemadura, así como los síntomas asociados: inhalación de gases, deshidratación severa o estado de choque (presión sanguínea baja y pérdida de la conciencia) que pueden poner en peligro la vida de la persona.
    Las quemaduras de primer y segundo grado cuya extensión sea menor a 5 centímetros de diámetro pueden ser manejadas en casa. Lo primero que hay que hacer es dirigirse a la llave de agua fría más cercana (más no helada, porque se puede producir mayor daño en la región afectada) y lavar por al menos cinco minutos; luego, la lesión se debe cubrir con una compresa limpia que la proteja de fricción o presión. Si es necesario, se puede calmar el dolor e hinchazón con analgésicos de venta libre.
    En el caso de las quemaduras solares, que son en su mayoría de primer grado, deben aplicarse compresas de agua fría para disminuir las molestias y luego crema hidratante; si existe mucho dolor también puede ingerirse un analgésico.
    En todo caso, una persona con quemaduras tomará muchos líquidos aunque no sienta sed, y al realizar la curación no se debe ejercer presión sobre la herida, pues puede incrementar el daño en los tejidos y provocar hemorragias severas. Si se presentan ampollas, éstas no deben ser reventadas, y tampoco se aconseja untar grasa, aceite comestible, pasta de dientes, hierbas, manteca, o mantequilla en las lesiones.
    En el caso de quemaduras de segundo grado que comprometen la piel en más de 6 centímetros de diámetro y que ocurran en regiones especiales como manos, pies, cara, nalgas o genitales, así como en aquellas que sean de tercer grado o por electricidad, es vital acudir de inmediato al servicio de urgencias para iniciar el tratamiento más conveniente. Lo principal es asegurarse que la víctima este respirando, y si no lo hace espontáneamente debe iniciarse respiración boca a boca; en caso de que desconozca esta técnica puede consultar nuestra sección Esquemas (puede acceder a ella a través de la barra de navegación de color azul que aparece del lado izquierdo de la pantalla), donde proporcionamos una explicación gráfica y detallada.
    Finalmente, cabe indicar que la víctima nunca deberá ser despojada de su ropa, a menos que sus prendas estén impregnadas de sustancias químicas dañinas; preferentemente, se deberán cortar con ayuda de tijeras para evitar lesiones más graves.
    PrevenciónPor fortuna existen muchas medidas que ayudan a prevenir quemaduras en piel, y que pueden implementarse para evitar este tipo de incidentes en hogar, oficina o durante las vacaciones al disfrutar el Sol:
    • Impedir la entrada de niños en el cuarto de planchado o en la cocina cuando se preparen alimentos; en esos momentos es mejor que los infantes realicen actividades de dibujo o juego en lugares donde puedan ser supervisados.
    • Nunca dejar las ollas sobre las hornillas delanteras cuando se tenga que abandonar la cocina; lo recomendable es que sean colocadas lo más lejos del borde y con el mango hacia atrás, de manera que no estén al alcance de los niños.
    • Evitar el consumo de bebidas calientes mientras se carga a los niños, pues cualquier movimiento brusco puede hacer que el líquido caiga sobre el adulto o el infante.
    • Alejar de las áreas de paso los cables que proveen la energía a los electrodomésticos que generan calor (tostadoras, sandwicheras o planchas), evitando así tropezar con ellos y jalarlos, generando la posibilidad de un accidente.
    • Colocar tapas en los enchufes de corriente eléctrica para que los pequeños no introduzcan sus dedos y así evitar quemaduras por descargas.
    • No utilizar manteles individuales en las mesas donde están los infantes, ya que pueden jalarlos hacia ellos junto con los alimentos calientes.
    • Enseñar a los niños a no sacar los alimentos del horno de microondas, porque éstos se calientan a altas temperaturas.
    • Verificar la temperatura del agua antes de bañar a los pequeños; para hacerlo, toque el líquido con su codo o con el dorso de la muñeca; no lo haga con la palma de la mano, porque esta zona corporal no capta la temperatura con la misma eficacia.
    • De tener la posibilidad, instale alarmas para detectar humo.
    • Practicar frecuentemente con niños y familiares las rutas de evacuación ante el inicio de un incendio.
    • Indicar a los pequeños que no deben jugar con fósforos, velas, pólvora o estufas de gas y eléctricas.
    • Nunca fumar en la cama, ya que al quedarse dormido y con la colilla en la mano puede iniciarse un incendio.
    • En vacaciones, utilizar ropa apropiada, sombreros y gorras, así como evitar la exposición al Sol en las horas de mayor intensidad (11:00 a 15:00) y aplicar bloqueador solar con factor de protección mayor a 20.
    Como puede apreciarse, es importante conocer los primeros auxilios con los que se puede atender a víctimas de quemaduras, a fin de permitirles rápida recuperación y cicatrización de las lesiones, así como reducción en la aparición de complicaciones. Por último, no olvide que la gran mayoría de las quemaduras son accidentales y, por tanto, pueden tomarse medidas preventivas que eviten su presencia.
      apropiada, sombreros y gorras, así como evitar la exposición al Sol en las horas de mayor intensidad (11:00 a 15:00) y aplicar bloqueador solar con factor de protección mayor a 20.
Como puede apreciarse, es importante conocer los primeros auxilios con los que se puede atender a víctimas de quemaduras, a fin de permitirles rápida recuperación y cicatrización de las lesiones, así como reducción en la aparición de complicaciones. Por último, no olvide que la gran mayoría de las quemaduras son accidentales y, por tanto, pueden tomarse medidas preventivas que eviten su presencia.

martes, 26 de julio de 2011

Concepto

Se entiende por las técnicas y procedimientos de carácter inmediato, limitado, temporal, profesional o de personas capacitadas o con conocimiento técnico que es brindado a quien lo necesite, víctima de un accidente o enfermedad repentina.
Su carácter inmediato radica en su potencialidad de ser la primera asistencia que esta víctima recibirá en una situación de emergencia. Limitado porque de todas las técnicas, procedimientos y concepciones que existen en la Medicina de emergencias y desastres, solo utiliza una pequeña parte de ídem, por esto el socorrista nunca debe pretender reemplazar al personal médico, pueden ser de primera instancia o de segunda instancia. Medicina de emergencias y desastres

Primeros auxilios psicologicos en situaciones de crisis

La meta de los Primeros Auxilios Psicológicos es restablecer la homeostasis emocional y auxiliar a la persona a dar pasos concretos hacia el afrontamiento de la crisis.

INTERVENCIÓN EN URGENCIAS, EMERGENCIAS Y DESASTRES
Los primeros auxilios psicológicos se refieren a la intervención psicológica en el momento de Crisis, entendiéndose como una ayuda breve e inmediata de apoyo y rescate a la persona para reestablecer su estabilidad emocional y facilitarle las condiciones de un continuo equilibrio personal. (Gómez, 1994).

CARACTERÍSTICAS DE LAS SITUACIONES DE CRISIS
- Evento Peligroso
Acontecimiento estresante, interno o externo al mundo personal, que ocurre en el curso de la vida, y que inicia una serie de reacciones ya sean predecibles o bien inesperados y accidentales.

- Estado Vulnerable
Tipo de reacción subjetiva ante el evento peligroso. La persona responde según sea su percepción del evento.

- Estado de Crisis Activo
La persona se encuentra en estado de desorganización, la tensión excitante la ha invadido, su proceso homeostático se desequilibró. La duración será de 1 a 4 horas; puede experimentar “visión en túnel”; exceso de actividad sin objetivo o inmovilización; alteraciones cognoscitivas, acompañado por preocupaciones o ideas distorsionadas por los eventos. Posteriormente se llega a un periodo de reajuste gradual y resignificación, reforzando mecanismos de afrontamiento y adaptación.

- Agotamiento
La persona pudo haber manejado efectivamente, y durante tiempo prolongado, la situación de emergencia, pero llega a un punto de agotamiento en el cual no tiene más fuerza para afrontar la situación.

- Choque
Un cambio repentino en el entorno de la persona provoca que las emociones sean liberadas de manera explosiva, lo cual incapacita los mecanismos de enfrentamiento. Como no existe un aviso previo que permita al individuo asumir el impacto, cae en estado de choque emocional.

OBJETIVOS DE LOS PRIMEROS AUXILIOS PSICOLÓGICOS
- Alivio en lo inmediato de los síntomas de reacción.

- Restauración de un nivel de funcionamiento CASIC mínimo: (Cognitivo, Afectivo y Somático, Interpersonal y Conductual).

- Cierta comprensión de los eventos precipitantes relevantes que condujeron al desequilibrio.

- Identificación de los recursos de ayuda y rescate que se pueden utilizar: Personales, familia, profesionales, comunidad, etcétera.
- Iniciar nuevas formas de Percibir, Pensar y Sentir lo hasta ahora sucedido.
- Desarrollar habilidades de afrontamiento efectivo, autoestima, asertividad y solución de conflictos.
- Dar seguimiento a la intervención o asegurar su atención especializada posteriormente.
El proceso de ayuda para que las personas puedan recuperar el equilibrio después de un incidente crítico puede tomar de 1 a 6 semanas. Puesto que la experiencia de crisis es un periodo de alto riesgo para la persona como para su familia, se requiere que la ayuda esté disponible de modo inmediato y en una ubicación de fácil acceso.
El énfasis en la oportunidad se considera para reducir el peligro de respuestas violentas y, al mismo tiempo, para potenciar la motivación del paciente a hallar un nuevo planteamiento para afrontar las circunstancias del suceso.
La meta de los Primeros Auxilios Psicológicos es restablecer la homeostasis emocional. El objetivo es auxiliar a la persona a dar pasos concretos hacia el afrontamiento de la crisis, lo cual incluye el manejo adecuado de los sentimientos, el control de los componentes subjetivos de la situación y comenzar el proceso de solución del problema.
COMPONENTES ESTRATÉGICOS DE LOS PRIMEROS AUXILIOS PSICOLÓGICOS
1. Realizar Contacto Psicológico
Se define este primer contacto como empatía o “sintonización” con los sentimientos y necesidades de una persona durante su crisis.

La tarea es escuchar cómo la persona en crisis visualiza la situación y se comunica con nosotros. Así mismo, se invita a la persona a hablar, y a escucharse, sobre lo sucedido (los hechos) y dar cuenta de sus reacciones (sentimientos y actitudes) ante el acontecimiento, estableciendo lineamientos reflexivos y sentimientos encontrados.
Existen varios objetivos del primer contacto psicológico; el primero es que la persona sienta que se le escucha, acepta, entiende y apoya; lo que a su vez conduce a una disminución en la intensidad de sus ansiedades; el primer contacto psicológico puede servir para reducir el dolor de estar solo durante una crisis, pero en realidad se dirige a algo más que esto.
2. Analizar las Dimensiones del Problema
La indagación se enfoca a tres áreas: a) presente b) pasado inmediato y c) futuro inmediato. El presente hace referencias a “qué sucedió, cómo te sientes, qué piensas, qué puedes hacer. El pasado inmediato remite a los acontecimientos que condujeron al estado de crisis y su indagación implica preguntas como: “quién, qué, dónde, cuándo, cómo”; El futuro inmediato se enfoca hacia cuáles son los eventuales riesgos para la persona, y prepararse para las soluciones inmediatas.

3. Buscar Posibles Soluciones
Implica la identificación de un rango de soluciones alternativas tanto para las necesidades inmediatas, como para las que pueden dejarse para después. Esto implica llevar o “acompañar” a la persona en crisis a generar alternativas, seguido de otras posibilidades. Una segunda cuestión es la importancia de analizar los obstáculos para la ejecución de un plan en particular.

4. Iniciar Pasos Concretos
Implica ayudar a la persona a ejecutar alguna acción concreta. El objetivo es en realidad muy limitado: no es más que dar el mejor paso próximo, dada la situación. El interventor tomará un actitud facilitadora o directiva, según las circunstancias, en la ayuda al paciente para tratar con la crisis.

5. Verificar el Progreso
Implica el extraer información y establecer un procedimiento que permite el seguimiento para verificar el progreso de ayuda.

El seguimiento puede suceder mediante un encuentro posterior, cara a cara o por teléfono o correo electrónico. El objetivo es ante todo completar el circuito de retroalimentación o determinar si se lograron o no las metas de los Primeros Auxilios Psicológicos: el suministro de apoyo, reducción de la mortalidad y cumplimiento del enlace con fuentes de apoyo.